Entrevista a la bailarina profesional Ana Pardo

Ana es una joven bailarina profesional de la Compañía Antonio Gades. Realizó sus estudios en el Real Conservatorio Profesional de Danza ‘Mariemma‘. Ha trabajado en la Compañía Larreal del propio Conservatorio, ha sido solista de la Compañía Ballet Flamenco de María Carrasco, bailarina del Ballet Flamenco de Madrid, Carmen Cortés y DSYR y en Disneyland París. Ha trabajado en la Fundación Antonio Gades como profesora de flamenco y baile moderno para niños, jovenes y adultos.

Si te gusta el baile, te dedicas a la danza o piensas en dedicarte profesionalmente, esta entrevista te va a interesar.

Patricia Sosa© fotografo de danza Madrid, Bailarina Ana Pardo

Esta entrevista a Ana Pardo se ha relizado durante el confinamiento por whatapp. Ya había trabajado antes con ella ya que le hice algunas fotografías para su book y tengo que agradecer la buena disposición a la entrevista que mostró desde el principio, cuándo le comenté que me encantaría hacerle una pequeña entrevista para el blog.

P: ¿Como empezaste a bailar?

Ana: El baile siempre ha sido el sueño frustrado de mi madre, siempre decía que cuando tuviera una hija la llevaría a bailar, ya que ella no pudo.
Con tres años me apunto en la extraescolar de sevillanas del cole, muy emocionada me había hecho la falda, comprado los tacones y las castañuelas… Me dejó en clase y yo no podía parar de llorar, no quería estar allí, y no quería bailar; la profesora llamo a mi madre para que me recogiera y me borrará de la actividad.
Mi madre muy enfadada, me dijo que nunca más me volvería a llevar a bailar a no ser que yo se lo pidiera.

Con siete años hicieron un espectáculo flamenco en mi pueblo, y me enamoré, sentí el gusanillo de querer hacer eso, se lo dije a mis padres, les hice bajar del pueblo solo para buscar una academia, estaba loca por empezar.
Me apuntaron a una academia de las mejores que habia en Leganés y estuve dos años allí antes de entrar en el conservatorio.

No puedo estar más agradecida con respecto a la actitud de la profesora que me llevo corriendo con mi madre, le tengo que dar las gracias de verdad, porque es mejor darse cuenta por uno mismo de lo que quiere y no porque le obliguen. Eso siempre lo tengo en cuenta como profesora, si un alumno lo está pasando realmente mal no es necesario obligarle a seguir, porque es un sufrimiento para el, y muy incómodo para los compañeros y la profesora.

P: ¿Cuándo supiste que querías ser bailarina profesional?

Ana: Realmente no sabíamos ni que existían los conservatorios de danza, hasta que una vecina que también llevaba a su hija a la misma academia nos comento que iba a hacer la prueba en el conservatorio, entones yo le dije a mi madre que también la quería hacer.
Yo sentía que bailar era mi vida, bailaba a todas horas, era incansable.

Tenía nueve años, muy pronto para saber si mi objetivo sería ser bailarina profesional, pero el baile me encantaba y estaba dispuesta a seguir aprendiendo y creciendo como bailarina, estaba cumpliendo un sueño.

Ha sido un camino duro, pero, por el que ha merecido la pena luchar. La verdad creo que los profesores de la academia tenemos la obligación informar acerca de los conservatorios, de la posibilidad de hacerte profesional y crecer como bailarín, no sólo en intereses económicos para mantener los alumnos ya que es posible que sea su porvenir. En este sentido, me enseñó a luchar por mis alumnos, y ofrecerles siempre la posibilidad de seguir avanzando.

P: Que disciplinas dominas y cuál o cuáles te gustan más o te sientes mas cómoda? ¿Por qué?

Ana: Soy bailarina profesional de danza española, durante 11 años, he trabajado varias disciplinas que engloban la danza española. El flamenco es mi pasión, creo que te permite volar bailando, me siento yo cuando bailo flamenco, y ser libre bailando es muy difícil. Las demás disciplinas de la danza española bajo mi punto de vista son más meticulosas por lo que me resulta más difícil dejarte llevar sin salirte de la técnica.

Me encanta el baile moderno y me hubiese gustado haberlo tenido más presente en mis años de conservatorio, porque creo que te ayuda en la fluidez del movimiento que tanto nos cuesta muchas veces en nuestra disciplina.

P:¿Que aconsejarías a todos los niños o jóvenes que están pensando en dedicarse a la danza?

Ana: Si es su sueño que luchen por él, que sean constantes, que se esfuercen a diario y sobretodo que tengan buena actitud y positividad, porque es un camino bastante duro, dónde pones todo el alma y por el que te ponen a prueba siempre.

Una profesora siempre nos decía QUERER ES PODER, y eso les diría a ellos que si quieren pueden conseguir todo lo que se propongan.

P: ¿Qué suelen solicitar en los casting o audiciones que has hecho?

Ana: Todo va por perfiles bajo mi punto de vista, ya puedes ser mejor o peor que lo que más importa es el perfil que estén buscando.

P:  ¿Crees que son importantes las fotografías que presentas y/o videobooks en casting y audiciones?

Ana: Creo que son muy importantes las fotografías y los videobooks a la hora de presentarlos para un casting. La mayoría de veces hacen preselección y tu carta de presentación son las fotografías y los videobooks, por lo que es imprescindible que sean buenos, para intentar no perder oportunidades y que te seleccionen.

P: Cuéntanos alguna anécdota que hayas tenido.

Ana: Antes de terminar el conservatorio, muchos compañeros y yo nos presentamos a un casting donde necesitaban bailarines para una película. Soy muy nerviosa y me pongo siempre muy nerviosa cuando hago castings, no sé si algún día se me quitarán esos nervios; me vi allí con el número puesto, con un montón de gente, un casting que no era tan fácil como lo pintaban y que ya de primeras se sabía quienes eran los elegidos, pasa en muchas ocasiones que suelen estár cogidos antes de empezar.

Cruce la mirada con mi amiga, nos reímos, nuestros ojos hablaban solos y miraban hacía la puerta.
Cuando terminaron los ejercicios de la barra de ballet para ir al centro, disimuladamente fuimos acercándonos a nuestras mochilas y en un abrir y cerrar de ojos salimos a hurtadillas de la sala.
Mi primer casting «profesional» se convirtió en una huida por la puerta grande.